Asi me siento ahora, tuve de visita a unas amigas de Santiago que se encargaron de maltratar mi delicado higado durante unos días. Resultaron tán simpáticas como me las había imaginado y me entretuve harto durante los días que anduvieron por estos lados. A ver si me autorizan a poner algunas fotografías de su viaje, por ahora coloco solo esta de la Lesly en la típica actitud de los famosos cuando aparece un paparazzi ¡no pictures please!
Esta es la primera entrada del weblog que coloco usando mi nueva Palm m500, la estoy escribiendo cómodamente sentado en la camioneta a la orilla del mar. Creo que me voy a convertir en un evangelista de la Palm, aparte de los inconvenientes obvios de leer y escribir en algo tan chico tiene una multitud de ventajas por sobre los notebooks, de los cuales ya he tenido cuatro y ninguno ha cumplido con mis expectativas. Las defciencias de los notebooks son tantas que creo que es el concepto completo el que está mal; un notebook es incómodo de llevar, las baterías son un desastre y consumen demasiado, es muy fácil que se caigan y se estropeen, etc. Creo que para el camino una Palm es mucho mejor y ya estoy pensando en cambiarme a un modelo mejor (antes de quedar ciego con la maldita pantalla). Claro que igual el notebook es insuperable como equipo base por ejemplo para la casa rodante.
Cuando sea grande me voy a comprar un Thinkpad, me gustan mucho. Pero basta de consumismo por ahora, si lo único que realmente necesito es un par de dólares en una cabina pública o cybercafé, el resto es superfluo. Todos los días me toca escuchar de problemas de pareja, incluso un amigo al frente de mi casa tiene un tremendo drama con su separación. Lo más curioso es que racionalmente todos parecen darse cuenta de cual es el problema pero no son capaces de asumirlo. Creo que cuando me quede sin plata bien me podría ganar la vida trabajando de "doctor corazón". Por mientras me conformo con disfrutar de mi condición de marido perfecto.
Mi lista de cosas pendientes se va reduciendo poco a poco, no se imaginan como se puede arruinar una merecida siesta cuando tenemos más de 30 cosas por terminar, esperando. Ayer en la tarde estaba por cerrar los ojos y repasaba la lista de cosas que debería estar haciendo en lugar de dormir siesta, bueno, al fin pude sobreponerme al sentimiento de culpa y me dormí, pero solo un poquito y con sobresaltos.
Si hay algo que odio son los compromisos y obligaciones y lo peor es que la mayoría de ellos los adquiero por mi incapacidad para decir NO a tiempo. Es un defecto que tendré que eliminar lo antes posible. Ultimamente me ha dado a pensar lo que haría ante una posible cesantía, cosa siempre presente en nuestra atribulada ciudad, y mientras más lo pienso creo que el turismo es muy posiblemente la bola de nieve que tendremos a futuro, todos los días del año veo extranjeros en la playa, dándose vueltas sin saber que hacer. Lo malo es que, como dice un amigo, "nunca hay que ser pionero" y he visto muchas veces como los primeros en hacer algo terminan arruinados.
Recuerdo bien cuando estudiaba electrónica yo quería hacer mi tesis sobre un sistema de riego por goteo; no me explicaba como en Arica no se ocupaba ese sistema si estaban dadas todas las condiciones. Finalmente un conspicuo agricultor de la zona invirtió toda su plata en un sistema de última generacion para esos años (hablo de los ochentas), cuento corto, terminó completamente arruinado, perdió las tierras que su familia había tenido desde la colonia. Luego vino el boom, ya se había superado la curva del aprendizaje y fueron muchos los que hicieron fortuna mecanizando los cultivos en el Valle de Azapa.
Asi es que ahora yo prefiero esperar, que otros hagan la curva del aprendizaje para pescar la ola cuando esté subiendo. Por mientras si me quedo sin plata puedo volver a los malditos proyectos, que me han dado de comer durante tantos años.
Un chincol se comió una viña: un día llegó y se comió una uva, al otro día otra más y así hasta que se comió toda una viña, uva por uva. Para los que no son de Chile un chincol es un pajarito muy pequeño y una viña es una enorme plantación de uvas. Escuché hace años ese dicho a unos militares cuando hacía un programa que parecía imposible que llegara a funcionar. Y así nomás fue, el chincol se comió a la viña y el complicado programa al final terminó funcionando igual que un reloj. Línea por línea.
Me acuerdo de ese dicho cada vez que estoy abrumado por hacer muchas cosas al mismo tiempo, y eso me está pasando muy seguido ultimamente, es demasiada la gente que se siente con derecho a contar con toda mi atención y mi trabajo, pero igual uva a uva, el chincol se comió a una viña. Y aunque no es muy fácil, también me hago tiempo para hacer algunas cosas que me interesan, entre ellas he estado buscando mejores formas de mandar contenido a la web y gracias a mi amigo Leus (ver la mini-polémica unos pocos artículos más abajo) pude encontrar una buena aplicación para mandar contenidos con facilidad a mi servidor, gracias a esto estoy armando un pequeño sitio con información sobre la Palm que aunque todavía no tiene casi nada útil voy a ver si me hago el tiempo para colocar algo que valga la pena.
Hace tiempo que no copio un buen texto, aqui les va este, de Neruda:
Color azul de ala de pájaro de olvido,
el mar completamente ha empapado las plumas,
su ácido degradado,
su ola de peso pálido
persigue las cosas hacinadas en los rincones del alma,
y en vano el humo golpea las puertas,
Ahí están, ahí están los besos arrastrados por el polvo
junto a un triste navío ahí están las sonrisas desaparecidas,
los trajes que una mano sacude llamando el alba;
parece que la boca de la muerte no quiere morder rostros,
dedos, palabras, ojos;
ahí están otra vez como grandes peces que completan
el cielo con su azul material vagamente invencible.
(es el final de "Jossie Bliss")
Y ciertamente el pájaro que aparece en la foto no es un chincol, pero igual sirve para ilustrar la idea.
Venía ayer manejando de vuelta desde Iquique cuando de pronto se me vinieron a la cabeza las Crónicas Marcianas de Ray Bradbury, y recordé que había un cuento en el desierto marciano cuyo protagonista se llamaba justamente Tomás. En ese momento volví a sentirme manejando a través del desierto de Marte, tal como cuando leí el cuento por primera vez, lástima que la Pilar -que venía conmigo- no ha leído a Bradbury, así es que no pude comunicarle la sensación que sentí en ese momento.
Igual saqué una foto para recordarlo. Los que hayan leído las "Crónicas Marcianas" seguramente me entenderán, más aún si han viajado alguna vez por el desierto.. Al llegar a Arica busqué en Internet y por supuesto que encontré el texto, se llama "Encuentro Nocturno" y esta es una parte:
"Tomás se alejó por la antigua carretera, riendo entre dientes. Era un largo camino que se internaba en la oscuridad y las colinas. Tomás, con una sola mano en el volante, sacaba con la otra, de cuando en cuando, un caramelo de la bolsa del almuerzo. Había viajado toda una hora sin encontrar en el camino ningún otro automóvil, ninguna luz. La carretera solitaria se deslizaba bajo las ruedas y sólo se oía el zumbido del motor. Marte era un mundo silencioso, pero aquella noche el silencio era mayor que nunca. Los desiertos y los mares secos giraban a su paso y las cintas de las montañas se alzaban contra las estrellas."
El texto completo se puede bajar desde http://www.fortunecity.es/poetas/relatos/166/